domingo, 29 de marzo de 2009

La Lisbeth Salander de los cojones

He terminado el segundo libro de la trilogía "Millenium" de Stieg Larsson, "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina". Si el primer libro ("Los hombres que no amaban a las mujeres") me pareció francamente bueno, por bien escrito, ameno y que te enganchaba desde las primeras páginas en un historia en la que los personajes eran apasionantes, este segundo me ha parecido tan inquietante o más que el primero, con un ritmo endiablado, es de esos libros que te lo llevas para leer mientras descomes sentado en la taza del vater y cuando te das cuenta te están llamando a la puerta por que llevas media hora encerrado en el baño. ¿Por qué me parece esta segunda novela mejor que la primera? Aunque son historias independientes una de la otra comparte los personajes principales, pero el modo de contar la historia, aunque siguiendo con una escritura muy periodística, es mucho más rápida, hay muchos más personajes, tramas y subtramas (prostitución, trata de blancas, drogas, fascismo, política,...). No es sólo una novela periodística, o una novela negra o de intriga, es algo más debido a esa perfecta combinación. El personaje de Lisbeth Salander, una chica con aspecto un tanto extraño, al que muchos tenían por un bicho raro o simplemente como una anormal que necesitaba la custodia de un tutor legal, toma más cuerpo y protagonismo en esta nueva novela y aunque a veces dudes que pueda enfrentarse a un tipo de más de dos metros e inmune al dolor y derrotarle, pero viéndola como se las gasta piensas que esta chica puede ser capaz de cualquier cosa, hasta de cometer un asesinato a sanfre fría. Una personaje que combina a la perfección dureza con debilidad, frialdad con emotividad, pero siempre en dosis justas y adecuadas al momento narrativo. Es un personaje fascinante al que conocemos aquí en mayor profundidad. El periodista Mikael Blomkvist pasa a un segundo plano aquí pero la tozudez, la tenacidad y su experiencia como periodista hacen que vaya desenrrollando la madeja como si fuera componiendo un puzzle hasta conseguir destapar la verdad sobre unos extraños asesinatos. Y algunos de los personajes secundarios simplemente maravillosos, a veces por espeluznantes y despreciables, al ver la bajeza a la que puede llegar el ser humano y otros son emotivos y entrañables. La contraposición entre unos y otros hacen una collage inmejorable de la complejidad del ser humano.
A principios de este mes se ha estrenado en los cines suecos la adaptación de la primera novela de la trilogía que aunque, parece ser que no ha sido muy bien recogida por la crítica si que lo ha sido por el público (parece ser que a pesar de una buena realización esta falta de la garra de la novela y la actriz que da vida a Lisbeth no ha tenido muy buenas críticas por el personaje). Las dos siguientes adaptaciones de sus libros van a ser estrenadas directamente en la pequeña pantalla. Tendremos que verlas y esperar a que se publique la última entrega de la novela que espero sea tan buena como las anteriores.

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