martes, 14 de julio de 2009

Millenium 3

No voy a hablar de Friker Jimenez, sino del último libro de la trilogía de Stieg Larsson que posiblemente pase a la historia por sus libros pero no por los títulos pero no por los nombres que les puso, que son largos de cojones. Este último se llama algo así como La reina del palacio que tenía un bidón de gasolina por que los hombres no la quería ni ver, más o menos, es que no me recuerdo bien por que tengo memoría de pez después de tomarme anoche unas cuantas Alhambras, ya se sabe, es que esas cervezas las carga el diablo. Bueno, al lío. El primero sería la presentación de los personajes, con una historia interesante y bastante bien contada con un lenguaje periodístico en el que sorprende que la acción venga protagonizada por una joven outsider y la investigación la realice un hombre. El segundo sería el nudo de la obra y para mi el mejor de los tres con unos secundarios interesantes y el tercer libro sería el desenlace, con el que trata de poner todas las piezas del puzzle en su sitio, a veces un poco a capón. El papel de la hermana del Mikael Blomkvist de los cojones, Annika Giannini, es uno de los mejores de la tercera entrega y el juicio contra Lisbeth está muy bien llevado. Pero a pesar de ser el más voluminoso me parece el peor de los tres, quizá por que en el primero te puede sorprender un poco como se cuenta la historia, pero ya en este tercero es como los magos, que cuando ya les has visto unas cuantas veces ya le has visto el plumero y no te sorprenden sus trucos y ya sabes como va a continuar el espectáculo. Además la penúltima escena del libro es de esas que dices ¡anda vete "pa ", chavalito! No me gusta que me tomen el pelo y mucho menos con fuegos de artificio, la traca final que en lugar de deslumbrar te deja que ni frio ni calor, sino todo lo contrario. Acabo un poco saturado de la macarrilla de barrio que a veces parece una mezcla entre una Wonder Woman anoréxica, la novia de Terminator y la enganchada de los ordenadores autista friki de la vida. No se, no se... Se podría decir que es interesante la trilogía, no es el típico best seller prefabricado, en algunos momentos te engancha y no lo puedes soltar por la intriga de la historia, está bien contado pero creo, en mi humilde opinión, que tampoco es para tanto como te intentan vender. Mucho marketing.

miércoles, 1 de julio de 2009

Caso verídico

Una señora de unos setenta y tantos años entra en una oficina bancaria y se dirige a la primera mesa que encuentra. Enfurecida, le cuenta al empleado que quiere que le ponga su libreta al día para comprobar si le han devuelto el importe de dos recibos que la compañía de seguros le habían cobrado indebidamente, ya que en el mes de abril había solicitado la cancelación de las pólizas de seguros y dado al banco orden de que no se los atendieran. El empleado le dice que no figura ningún abono en la cuenta por ese concepto, sólo el ingreso de la pensión y que deberá de reclamar nuevamente dichos importes tanto en la oficina donde tiene la cuenta como a la aseguradora. La señora encolerizada dice que tras tres meses de reclamaciones por escrito y a un teléfono (de "esos que te cobran por llamar") a ambas entidades, la semana pasada había estado en su oficina bancaria y les había dado un margen de una semana para que se lo solucionaran. "Pues voy a ir a la ONU para hacer una reclamación por escrito". El bancario se rasca la cabeza y se mete el dedo en el oído para intentar quitarse el cerumen de las orejas. "¿Perdón?". "Sí, voy a ir a la ONU, que estuve el otro día informándome y me dijeron que les llevara "tos" los papeles "pa´ reclamal"". "Ah, entonces será que va a hacer una reclamación en la OCU o en la OMIC (Oficina municipal de información al consumidor)". "Pues eso, en la ONU o en la OMIN, pero o a mi me devuelven mi dinero o se van a enterar esos sinvergüenzas". Un día cualquiera en la vida de un bancario no sería lo mismo sin oír cosas como: "mirarme a ver como tengo el "euromibor" de mi hipoteca", "¿y a mi cuanto me "rentua" la cuenta?", "el cajero me la ha chupado (o se la ha tragado) y ahora no me devuelve", "si es que son todos iguales, unos chorizos, unos vagos y unos sinvergüenzas", "si viven como reyes y encima con lo que ganan", "pues a mi en mi banco no me cobran nunca nada", o a una abuelita que pide que no quiere volver a pagar unos recibos "bimenstruales" de la parroquia, etc... Casos, cosas y gente, otro día más de las vivencias de un empleado de banca. Que Dios me de paciencia, por que como me de fuerza un día de estos lío la de Columbine. En fin, queda cada vez queda menos para las vacaciones.