miércoles, 1 de julio de 2009
Caso verídico
Una señora de unos setenta y tantos años entra en una oficina bancaria y se dirige a la primera mesa que encuentra. Enfurecida, le cuenta al empleado que quiere que le ponga su libreta al día para comprobar si le han devuelto el importe de dos recibos que la compañía de seguros le habían cobrado indebidamente, ya que en el mes de abril había solicitado la cancelación de las pólizas de seguros y dado al banco orden de que no se los atendieran. El empleado le dice que no figura ningún abono en la cuenta por ese concepto, sólo el ingreso de la pensión y que deberá de reclamar nuevamente dichos importes tanto en la oficina donde tiene la cuenta como a la aseguradora. La señora encolerizada dice que tras tres meses de reclamaciones por escrito y a un teléfono (de "esos que te cobran por llamar") a ambas entidades, la semana pasada había estado en su oficina bancaria y les había dado un margen de una semana para que se lo solucionaran. "Pues voy a ir a la ONU para hacer una reclamación por escrito". El bancario se rasca la cabeza y se mete el dedo en el oído para intentar quitarse el cerumen de las orejas. "¿Perdón?". "Sí, voy a ir a la ONU, que estuve el otro día informándome y me dijeron que les llevara "tos" los papeles "pa´ reclamal"". "Ah, entonces será que va a hacer una reclamación en la OCU o en la OMIC (Oficina municipal de información al consumidor)". "Pues eso, en la ONU o en la OMIN, pero o a mi me devuelven mi dinero o se van a enterar esos sinvergüenzas". Un día cualquiera en la vida de un bancario no sería lo mismo sin oír cosas como: "mirarme a ver como tengo el "euromibor" de mi hipoteca", "¿y a mi cuanto me "rentua" la cuenta?", "el cajero me la ha chupado (o se la ha tragado) y ahora no me devuelve", "si es que son todos iguales, unos chorizos, unos vagos y unos sinvergüenzas", "si viven como reyes y encima con lo que ganan", "pues a mi en mi banco no me cobran nunca nada", o a una abuelita que pide que no quiere volver a pagar unos recibos "bimenstruales" de la parroquia, etc... Casos, cosas y gente, otro día más de las vivencias de un empleado de banca. Que Dios me de paciencia, por que como me de fuerza un día de estos lío la de Columbine. En fin, queda cada vez queda menos para las vacaciones.
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