
En los últimos tiempos hay un sentimiento general de malestar, de decepción y sobre todo de hartazgo. Estamos cansados, aburridos, deprimidos por esta crisis, una crisis no sólo económica o política, es además, es una crisis de valores y de poner en dudo este Sistema, con mayúsculas. Esto está mal y así no podemos seguir y en eso todos estamos de acuerdo. Hace falta darle un giro a esto.
Hay un movimiento que muestra el desprecio de los ciudadanos a su clase política y que como modo de demostrar su oposición a esta panda de mangantes alienta la abstención en las próximas elecciones del 22 de mayo. Se trata de nolesvotes. Y merece todo el apoyo, aunque no tengo muy claro su utilidad.
Aunque si tengo algo claro, a estos partidos ni les voy a votar en las próximas elecciones ni creo que vaya a cambiar de opinión en las siguientes. Todavía me planteo si es bueno o malo no votar, si eso beneficia o perjudica a la ciudadania, si beneficia a este partido o perjudica a aquel otro, pero lo que si tengo clarísimo es que no votaré a ninguno de estos tipejos que nos han llevado a la ruina y que no hacen otra que cosa que no sea beneficiarse y enriquecerse a costa de las desgracias de los demás. Nos hacen comulgar con ruedas de molino y decirnos que tenemos que trabajar y cotizar más para cobrar menos cuando nos jubilemos. Que los alemanes son el ejemplo, que trabajamos mucho pero no somos productivos. Ya estoy harto de que el esfuerzo siempre se les exija a las clases medias y bajas, que cada día la distancia entre ricos y pobres sea más abismal. Y a los ricos ¿que se les exige?
Los políticos se han ganado el desprecio a pulso, pero votemos o no, nos gusten o no no, ellos van a seguir llevando las riendas del país, para bien o para mal. Y nosotros tendremos que seguir levantándonos todas las mañanas e intentar ser más productivos. Es ley de vida, nos hacen creer.
Pero algo más me preocupa, ¿cómo medimos la productividad?, ¿por los beneficios obtenidos por los patronos? Si fuera así mi empresa sería la más productiva de este país, pero mi jefe dice que no, que debemos trabajar más, ser más productivos, trabajando incluso fuera de los horarios contemplados en los convenios, pero sin cobrar por ello, pero eso sí, apagando las luces que no son necesarias, que estamos en tiempo de crisis, el recorte de gastos para el bien común. Yo estaría de acuerdo en recibir un extra, un estímulo económico, por producción, si esa productividad se mide por los beneficios generados por mi empresa, pero que fuera de una manera coherente, es decir, que en lugar de repartir bonus entre los altos directivos, ellos los repartieran con los que realmente generamos beneficios para la empresa, para sus accionistas, para Hacienda, en suma, para todo el país y no sólo recibir unas migajas que para ellos no son nada.
Los sindicatos, acólitos del Gobierno, de los partidos y de las empresas, no levantan la cabeza ni abren el pico para hacerse oír y para defender a los trabajadores. Y la ciudadanía, al menos gran parte de la ciudadanía, espera que en algún momento alguien se mueva de el pistoletazo de salida, que abra la espita para que todo ese malestar sea visible en las calles. Yo no se como será, que sucederá o como será, pero se tiene que producir, por que tengo esperanza, por que creo no todos vemos Gran Hermano y sólo nos preocupa lo que dijo Mourinho. Parece que en este país la gente sólo sale a la calle cuando España gana un Mundial. No señor, los españoles somos cada vez más inidividualistas, más egoístas, pero también somos gente responsable, con ganas de salir adelante, con esfuerzo y dándole nuestro aliento y nuestro apoyo al que se lo merezca. Pasamos una Transicción y todo el mundo tenía intereses políticos, todo el mundo tenía y defendía sus ideales y debemos recuperar ese espíritu. Pero hoy por hoy, a mi humilde entender, ninguno de estos políticos se merece nuestro apoyo. Estoy harto de no poder elegir a mis representantes, de la ley D´Hont, de que una minoría domine a una mayoría, que la mayoría no tenga voz, de que no se nos escuche, de que nos traten como criminales si te gusta la música o la lectura por que te la descargas en Internet. Ya no puedes fumar en los bares, beber en la calle, ir a más de 30 km/h en la ciudad. Prohibido, prohibido,...Quiero más libertad y más derechos, menos recortes y menos barreras...
Sí, soy un ingenuo, lo sé, pero que le voy a hacer, seguiré soñando y espero que algún día esto cambie, a mejor espero, por que no hay mal que cien años dure. Y no espero una Mesias salvapatrias (que miedo me da sólo pensarlo, pero la gente en tiempos de crisis se radicaliza hacia posturas extremas), sino más bien lo que espero es el movimiento de la Masa, un cambio del Sistema. Y está en nuestra mano. Y si alguien defiende algo así, ése, seguro, tendrá mi apoyo.
Esta es letra de una canción que se puso de moda en la Guerra Civil y que cantaron entre otros Victor Jara y Quilapayún: Que la tortilla se vuelva
la hierba de los caminos
la pisan los caminantes(bis)
y a la mujer del obrero
la pisan 4 tunantes de esos que tienen dinero(bis)
que culpa tiene el tomate
que esta tranquilo en la mata(bis)
y viene un hijo de puta
y lo mete en una lata y lo manda pa caracas(bis)
cuando querrá el dios del cielo
que la tortilla se vuelva(bis)
que la tortilla se vuelva
que los hombres coman pan y los ricos mierda mierda(bis
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