Ahora que ando, es un decir, holgazaneando, de alguna manera hay que matar el rato, porque el ocioso (según dice el diccionario: persona que está descansando o haciendo una pausa en el trabajo o en una actividad) no es aprovechable para la sociedad y tampoco crea un beneficio para la misma, por lo que en este mundo cada vez más egoísta tienes que encontrar un valor positivo para uno mismo y por ello me he planteado disfrutar de algunas cosas que por poco tiempo y/o por responsabilidades adquiridas no puedo hacer normalmente. Como por ejemplo, disfrutar del cine en sesiones maratonianas delante del televisor, recordando viejos tiempos, como cuando iba a los cines Ideal, hoy como no, convertido en un complejo de multicines. Iba con los colegas a ver sesiones nocturnas con unos bocatas y unas cerves (lo metías todo en una mochila y no había ningún problema, era la manera más barata de pasar un buena noche) viendo maratones de películas de terror o de animación. Que tiempos aquellos.
Por eso hoy recomiendo, que si tú tienes un rato disfrutes como yo he hecho con algunas pelis, por ejemplo la última de los hermanos Coen, Quemar después de leer, una película divertida, con un humor punzante, que te golpea en la jeta con un mazo entre risa y risa. Es una mezcla de thriller cómico y pelicula de espías, en una historia que se van entrecruzando los personajes de un modo rápido y sin altibajos, que en algunos momentos me recuerdan al Gran Lebowsky, una obra maestra y que no cansaré nunca de ver. Memorable la actuación de Bradd Pitt (este tio cada vez me gusta más, ya me encandiló en El Club de la lucha) que interpreta el papel de hortera monitor de un gimnasio, con más pelo que cerebro. John Malkowich, como siempre genial, los papeles exagerados e histriónicos los borda y George Clooney, que es un tipo que no me suele gustar como actúa, hace un buen papel. Y finalmente, Francesc McDormand, que hace un papel de tía obsesionada con pasar por el bisturí para cambiar un cuerpo con el que no está a gusto. Esa obsesión por el culto al cuerpo y a la imagen lleva como resultado un descomunal lío y unas situaciones realmente hilarantes. Muy recomendable. Los Coen lo bordan.
Muy recomendable también es Antes de que el diablo sepa que has muerto de Sidney Lumet (quien no ha visto Serpico, con un Al Pacino fantástico). Es la historia de dos hermanos con problemas que deciden atracar la joyería de sus padres y al final todo sale al revés de lo que ellos esperan. De Philip Seymour Hoffman, poco hay que decir, después de verle en Truman Capote, por la que recibió un Oscar, o en Happiness. Ethan Hawke no convence tanto, pero no está mal. La película esta lena de flashbacks que nos llevan a comprender que lo que mal empieza mal acaba y al final todo se va al carajo. Para pasar un rato divertido sin ser un peliculón.
La habitación de Fermat, sin ser nada del otro mundo, me resulto entretenida, pero sin mucho más. El argumento parte de un punto bastante interesante (unos prestigiosos matemáticos son invitados por un singular anfitrión, alguien dispuesto a acabar con ellos a menos que resuelvan una sucesión de enigmas en un espacio corto de tiempo antes de morir aprisionados en una habitación claustrofóbica), pero no suficientemente desarrollado y al final te deja un poco frío. Esperaba que Santi Millán saliendo del papel de graciosillo diera algo más de si, pero no aporta mucho a la película. El rollo matemático me recuerda a PI de Aranofsky o a Cube, pero no se puede comparar con estas. Pero para ser una película española y sin demasiado presupuesto está por encima de la media a la que estamos acostumbrados a que se haga en este país.
Y por ultimo, Borderland, una pelicula basada en hechos reales, en la que un grupo de amigos decide cruzar la frontera para pasar unos días de alcohol, drogas (los momentos "monguis" son de lo más lisérgico) y mujeres y comenzar sus nuevas vidas. Por un lado destaca por mostrarnos la brutalidad que hoy existe en Méjico, donde el narcotráfico se mezcla con el satanismo para cometer unos hechos horribles y por otro el temor del gringo a lo extraño y ajeno, en el que al verse involucrados en este mundo reacciona para protegerse viendose abocados a la brutalidad y la violencia extrema. El principio de la película es brutal, no apto para estómagos inquietos. Una historia muchas veces contada pero que es llevada con un buen hacer y aunque es bastante predecible en algunos momentos, entretiene.
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