Ya están aquí las fiestas

Como cada año, ya empiezan a llamarte los colegas para celebrar cenas y comidas de hermandad, algunas de ellas que no te apetece ni un pimiento, por el hecho de poner buena cara al cabrón de tu jefe o a tus compañeros de fatigas, alguno de ellos con el que nos han hablado más allá del buenos días y poca cosa más, y en las que como todo hijo de vecino vas con la idea de estar un ratito, hoy no llevo coche por si acaso, aunque no voy a beber demasiado (sobre todos si son cenas de empresa, que al final alguno se le calienta la boca y luego pasa lo que pasa). Pero ¡OJO¡, que este año no se te ocurra ir con la cámara de vídeo o fotos, ni tan siquiera con el móvil se te ocurra hacerte una fotuca para inmortalizar las caras de la peña y el desmadre que se organiza en tales eventos, que luego pasa lo que pasa, que ya no es sólo el cabreo que se provoca al enseñar las dichosas fotos el lunes por la mañana en el curro, y si es una reunión entre amigos algún listo las termina colgando en el feisbuk, blog y similar y luego empiezan con los comentarios de si ten cuidado que esto no lo vea nadie, que si se entera la parienta la vamos a liar y tal. No, ahora el peligro es otro. El monstruo de siete cabezas, también llamado SGAE (Sociedad de Gángsters Atracadores y Estafadores). El Gran hermano te puede acechar a la vuelta de la esquina o debajo de cualquier mantel de papel de cualquier bareto de mala muerte. Recientemente una sentencia ha obligado a pagar a la sociedad de los innombrables 60.000 euracos por"una clara violación del derecho constitucional a la intimidad y a la propia imagen", al grabar una boda celebrada en en el restaurante La Doma de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) y grabó a los invitados bailando al ritmo de canciones protegidas. En este sentido, Pedro Farré, director de relaciones institucionales de la sociedad de derecho de gestión, reconoció a un periódico que "la contratación de detectives para investigar fraudes relacionados con el pago de derechos es una práctica habitual de la SGAE". Y no exactamente algo nuevo. "Llevamos lustros haciéndolo y volveremos a hacerlo. No creo que tenga especial relevancia. En las sociedades de gestión (y no sólo en la nuestra) se suele trabajar así". “Vamos a ir hasta el final. El que nos llame gángster, que busque un buen abogado”. Pero, ¿qué es esto?, ¿adonde vamos a llegar?, ¿nadie les pone límite a esta banda de asaltadores de bodas, bautizos y comuniones? No tenemos ninguna protección, se creen con derecho a espiarte en tu casa, en la calle o en cualquier sitio donde tranquilamente este tomándote una copa y disfrutando de tus amigos o familia. Incluso este tipo amenaza que si les insultas através de un blog perseguirán aquellas páginas donde los insultos sean generalizados y constantes. “Si se trata de un hecho aislado, como comentarios en un blog o un foro, antes de llegar a los tribunales, intentaremos ponernos contacto con el responsable de la web para que retire los insultos”, amenaza. Pongámosles limite antes de que nos coman. Pero, son amiguitos de nuestro querido ZP y por un video de la ceja y cuatro manifestaciones a favor de estos sociolistos, todos los demás debemos de pagar el pato y someternos a su yugo. Se supone que es una entidad de gestión colectiva, lo que la obliga según la ley a no tener ánimo de lucro. ¿Pero eso es cierto? No. Pincha aquí, que te explican como funcionan. Y si tienes un buen rato y quieres saber como protegerte, lee esto otro, es un libro gratuito donde te cuentan unas cuantas cosas interesantes. Al final acabaremos como este chaval por culpa de esta banda de bandoleros de la nueva era tecnológica. Por eso, atate los machos y vigila tus espaldas antes de que cualquier día te encuentres a 15 GEOS que revientan la puerta de tu casa y te dejen sin consola, sin portátil, sin PC, sin acceso a internet y sin el MP3 que te regalo tu prima por Reyes hace 3 años. ¡A donde hemos llegado¡ El Gran Hermano ya esta aquí y se ha hecho realidad la peor de nuestras pesadillas.