
La verdad es que de esta película sólo se la puede calificar como inclasificable, por original, a ratos antibelicista, una parodia del mundo del espionaje, a ratos anti-hippie y una soflama en contra de las bondades de la new-age, pero con bastantes momentos hilarantes. La verdad es que algunas escenas son bastantes divertidas pero adolece por lo general por tener bastantes altibajos. La historia nos la venden como basada en hechos reales (?), y cuenta como el ejercito norteamericano decide crear un equipo de soldados con poderes psíquicos ("caballeros jedais" se autoproclaman) como constestación a un grupo de élite del mismo estilo creado por los sovieticos. Un periodista (Ewan McGregor) al que su mejor acaba de abandonar por otro decide ir a Irak para demostrale a ésta su valentía y casi por casualidad descubre a Lynn Cassidy (George Clooney) quien afirma ser un soldado psíquico capaz de matar con su mente y que puede ayudarle a escribir el artículo que le sacará de la anonimato y de sus penurias.
La historia es bastante absurda pero los vacíos argumentales quedan a cubiertos con las soberbias interprestaciones de Jeff Bridges (que vuelve a interpretar a un personaje que recuerda muy mucho al Nota de El Gran Lebowsky) y la autoparodia que se hace a si mismo George Clooney. Kevin Spacey es un pedazo de actor pero aquí su personaje, no se si por el guión o por el esfuerzo que hace de sacar petróleo de donde no lo hay, no cuaja, haciendo de un tipo realmente repelente, la verdad es que borda los papeles de malo malísimo.
Una película que en manos de los hermanos Cohen o de Terry Gilliam, posiblemente hubiera podido dar mas de si, pero queda en bastante poco, aunque hay algunas escenas, he de reconocer, con las que me reí las tripas, sobre todo en las que interviene Jeff Bridges, los militares o la escena final. Para pasar un buen rato, eso si, viéndola en VOS.
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