domingo, 20 de junio de 2010

Premios Darwin y Premios Stella

Una de las frases más famosas de Einstein es aquella en la afirmaba que hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, y del universo no estoy seguro. Hoy he visto Darwin Awards: Muertes de risa, una película divertida y sin demasiadas pretensiones. ¿Qué son los premios Darwin? Son una macabra broma que se conceden desde 1985, generalmente de forma póstuma, al individuo o individuos que se mueren de la manera más espectacular y con ello, al quitarse la vida el individuo en cuestión, contribuyen a la evolución de la especie humana. Pero si el individuo no muere, pero queda incapaz de tener hijos tendría la posibilidad de recibir el "premio honorífico". Aunque la mayoría de los casos parecen auténticas leyendas urbanas todos ellos son comprobados para verificar que son casos reales.
Link de algunos de los mejores Premios Darwin, pincha aquí.
La peli trata de un fracasado policía obsesionado con tales premios y que tiene una teoría para predecir los posibles candidatos a morir de manera totalmente absurda y ahorrar montones de dinero a una compañía de seguros. Tomando como punto de partida algunos de los casos reales de estos premios los engarzan de una forma muy curiosa, ya que parte de la película está realizada a modo de documental para darle mayor credibilidad a tanta estupidez. Este asunto me recordó al tema de Def con Dos: "Pánico a una muerte ridícula" y al tipo que murió cuando se le calló una roca encima mientras "disfrutaba" (es un decir) de una gallina.

Trailer de la película aquí.
Por otro lado los Premios Stella se otorgan para demostrar lo ridículas que son algunas de las sentencias judiciales sobre reclamaciones hechas en los USA y de lo aprovechada que es alguna gente, lo que demuestra que cualquier memo puede sacarse un pastizal por cualquier chorrada.
El premio toma su nombre de Stella Liebeck, la mujer que en 1992 pasó por un McDonald's , compró una taza de café -en los clásicos vasos de cartón térmico con la tapa de plástico-, subió a su vehículo para seguir su viaje, la puso entre sus piernas y, en una maniobra el vaso se abrió y le quemó las piernas. Stella, en vez de decir: "¡¡Qué tonta soy!!, no debo poner los vasos de cartón con café caliente entre mis piernas mientras conduzco en el vehículo", demandó a McDonald's y el jurado terminó fallando a su favor por la suma de 2.9 millones de dólares. Gracias a Stella, ahora las tazas de café en EE.UU. llevan un cartel que le avisan a la gente: "¡Cuidado!, dentro hay una bebida caliente y puede quemarse".
En realidad, la tal Stella cobró bastante menos, pero el costo judicial de estas demandas multimillonarias y que principalmente benefician a los abogados en EE.UU. están convirtiendo su vida en una pesadilla para las grandes corporaciones y organismos públicos.
Para ver algunos de los premios concedidos en los últimos años pincha aquí. Algunos son buenísimos y otros para matarlos. Benditos yankis.

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