





Pues bueno, ya de vuelta a casa después de pasar la Nochevieja en tierras cantabras, con un par de kilos de más (y eso que con este cuerpo serrano que me ha dado Dios, casi ni se me notan, sigo estando amorcillado, lo único que un poco más, que siempre me van las grasas al mismo lodo, a la tableta de chocolate, que lo mio más que tableta es lorza) y con unos recuerdos, en algunos casos un poco lagunosos, y con el firme propósito, como decía el gambitero que termina mal, de no salir hasta Nochevieja del año que viene, o hasta las próximas fiestas que me dejo llevar por el reverso tenebroso y no veo el peligro, pero sé que al final, pa´que voy a abrir la boca, si luego pasa lo que pasa. ¡Pero que rico esta tó! Y que me quiten lo bailao.
Pero hoy escribo no se si desde mi casa o desde cualquier otra parte del mundo, eso si cualquiera pero con mucha nieve, que yo no recordaba una igual desde hace mucho, muchisimos años (no me voy a poner en plan "Cuentame", que si no había habido una igual desde la época de Paco el Rana o desde la Transición). Que cayera tanto y durante tanto tiempo en la Capi, es algo inaudito. Pero lo que es más inaudito es que aquí en Coslada llueva un poco más de la cuenta y tengamos que salir de casa como Guillermo Cubillo, en una piragua. O que nieve un poco fuerte y no pase ni un camión quitanieves, ni echen sal en las calles y que cada 200 m. te encuentres un coche bloqueando la calle después de haberse dado un hostión. Luego los de siempre se justifican diciendo, que si quien se iba a esperar que nevara así, pero es que no han informado a nadie, que esto pasa en Cataluña o en el País de los Vascos y una semana antes ya están advirtiendo a la gente, pero aquí no. Además la culpa es de la gente, que como somos unos pobres desgraciados tenemos que madrugar e irnos a currar y nos metemos en el coche, porque no nos habían informado de la que se nos venía encima, y luego pasa lo que pasa, que te quedas en la eMe-45 con otras 4.500 gilipollas como tú bloqueado durante siete horas por qué tú como ellos querías ir a trabajar y estás bloqueado por qué no pasa ni un sólo quitanieves. Y asi, ad infinitum.
Lo mejor de todo este caos, son los críos. Marta es la primera vez que ve algo así, anque después de la segunda culada ya no le hace tanta gracia ver la calle tan blanca. Pero María ha disfrutado como una loca, despelotada de la risa después de darme un bolazo de nieve, que se me metiera por la oreja y por el cuello del abrigo y las gafas casi se me cayeran. Veamos el lado lúdico de la nieve y no nos mosqueemos más con los políticos que tenemos, que volverá a pasar dentro de unos años otra parecida y como el político es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, o nevada, o riada, o ...., pues nos volveremos a quedar atascados en cualquier "eMe" de las que rodean Madrid.
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