jueves, 23 de abril de 2009

Bajo este sol tremendo (y estamos en el mes de abril)

Bajo este sol tremendo es el título es la primera novela del argentino Carlos Busqued, una especie de road-movie al estilo de las películas de los hermanos Coen que desde el comienzo te deja sin aliento, sin descripciones innecesarias ni largas cavilaciones filosóficas. Todo es tal cual lo cuenta, sin florituras ni dobleces, todo es nítido, hasta en los momentos más oscuros. La novela empieza mostrándonos a Cetarti, un ser sin esperanzas, pasivo, sin oficio ni beneficio conocido, que ve la vida pasar delante de un televisor mientras se hincha a fumar porros, cuando recibe la noticia de que su madre y su hermano, con los que apenas tiene contacto, han sido asesinados. Es una especie de Ignatius Really, el protagonista de la Conjura de los necios de John Kennedy Toole, otro antiprotagonista, que como decía al principio de la su novela, la fortuna hace girar sus rueda hacia abajo y nunca sabemos la desagradable sorpresa que nos espera. Entonces llegará a un pueblo infecto, que es un auténtico lodazal insalubre, donde se encuentra con Duarte, un exsuboficial del ejercito, amigo y albacea del asesino de su madre, con el que se compincha para cobrar el seguro del difunto. Les acompaña Danielito un joven, hijo del asesino de la madre de Cetarti, que a pesar de su corta edad se busca la vida de cualquier manera posible, aunque eso sea ilegal o le pueda causar problemas. La Argentina profunda y lo peor de cada uno de los personajes van saliendo a la luz, sin que el autor se enzarce en reflexiones psicológicas, solo la realidad pura y dura del día a día de estos outsiders, convirtiéndose en una ácida crítica de esa sociedad. A veces resulta un poco árida, no sólo por la historia en si sino por que usa palabras y giros argentinos que resulta un tanto incomprensibles pero eso no quita para considerarla una gran novela.

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