miércoles, 6 de agosto de 2008

Harto de los chinos

Quedan un par de días para que comiencen los Juegos Olímpicos de China y ya estoy un poco harto del tema. A mí no me interesa ni la halterofilia, ni el ciclismo en pista, ni la vela, ni mucho menos el tenis de mesa o la gimnasia ritmica o artística. Las tres cuartas partes de los Juegos son un autentico coñazo. Al final, el deporte y la política se dan la mano, si es que no son las dos caras de la misma moneda. Si no fuera por el Himalaya a ver quien era el listo que sabía situar en un mapa mundi al Tibet. Estoy hasta la punta del pincho del Dalai Lama (tiene cara de estar todo el día "fumao", y no solo por los ojillos de ratón, pero también de chungo, no me mola ni un pimiento el colega). Aquí todos esperamos los partidos de basket, de futbol, algunos verán a Nadal y los ya muy flipaos, el ciclismo. Pero lo demás, mierda pa ellos.
Y para celebrarlo hemos ido a cenar a un chino: Rey Tallarines (sic) Pza. Conde Toreno, 2 915426897, detrás de la Gran Via de Madrid. Jartada de la risa cuando nos dio la china la carta. Leer la carta es una delicia. Desde las "Verturas", pasando por las "Cambas concurry tojo" (más sic), pero los mejor era: "el plato que favorita mi hija" (¿comorrrr?). NO pregunté que era, por si acaso. No pidáis ni el plato 57 ni el 59, vienen en chino (sin traducción) e intentar que uno de estos te explique el nombre del plato en español o de que cojones está compuesto, es misión imposible, pues saben casi tanto español, como yo chino. Había muchos chinos cenando, no se si eso es bueno o malo, pero lo que si que hay que decir es que los tallarines están deliciosos. Hay unos chinos con unos brazos como el Chuachenager haciéndolos delante tuyo, los tallarines y, sí, están muy buenos. Pero no se si es muy higiénico eso de que los hagan con las manos y pasando los tallarines a centimetros del suelo, pero lo que no mata, embrutece. Voy a por un Almax y a la cama. Aurrevoire que decía Voltaire.

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